La exhibición Zabriskie Point, de los artistas Galecio y Pulido, se refiere a un lugar inhóspito en el desierto de los Estados Unidos. Se trata, también, del título de una película del cineasta italiano Michelangelo Antonioni. El film (1970) expone el desajuste entre utopía y realidad, entre política y subjetividad, narrando el encuentro y desencuentro de una pareja de jóvenes.

Ignorando tal información, Zabriskie Point se hace un lugar inubicable lo que, de todos modos, se vincula al sentido de la película y a la nada desértica. El asunto es que la parcial ausencia de parámetros que cargaría este nombre, resume dos cuestiones sobre la exposición:

1) la mixtura material y técnica de las obras; 2) la “incomodidad simbólica” de éstas.

Utilizando pintura dorada (Pulido) y cajas modulares de cartón pintado (Galecio), ambos artistas presentan ampliaciones fotográficas y parte de lo que éstas registran.

Echando mano a símbolos artísticos, religiosos y urbanísticos, enfatizan y niegan su calidad de emblemas locales o extranjeros, seculares o de culto, de tradición y ruptura: la escultura geométrica, la iconografía sacra, la cuadrícula, el monumento, el brillo dorado y plateado, la calle, la ciudad, lo clásico, lo barroco, el templo, el arte. Cada una de estas referencias ha sido enfrentada a su posible injerencia social, consecuentemente, a su obediencia y desobediencia por parte de “nuestra historia”.