La exhibición Tesoros de Pompeya del artista argentino Tomás Rivas, está compuesta por una serie de elementos: arquitectónicos, volumétricos y bidimensionales que intentan reconstruir, de manera asociativa, el mito de la destrucción de Pompeya y sus múltiples interpretaciones históricas. La exposición especula sobre la construcción occidental del imaginario clásico, representado, fundamentalmente, por el entendimiento romántico de la ruina.

El artista rinde tributo a la antigüedad greco-romana, como de manera incansable lo ha hecho la historia del arte y los “medios de masas” (cine, TV, literatura de ficción, cómics, etc.), aunque pone en duda, al mismo tiempo, los valores que esos mismos agentes le han atribuido.

Los trabajos del artista investigan el problema de la representación del espacio, revisando las tensiones entre la bidimensionalidad y la tridimensionalidad. Por otra parte, aluden a la complejidad de la producción de arte hoy, donde el centro de producción artística y la periferia debaten política y socialmente sobre la hegemonía del mainstream artístico.

Su obra, en suma, se centra en temas particulares del arte y su historia, cuestionando un pasado impostado, que complica la definición de lo foráneo y lo local.