La exhibición Sport Utility Vehicle del artista Francisco Ramírez, toma su nombre del acrónimo en inglés para Sport Utility Vehicle (SUV), denominación utilizada para los vehículos de tracción de cuatro ruedas, que conservan las cualidades de comodidad interior de un automóvil. A partir de su título, la serie SUV ironiza sobre la capacidad de ficción y limitaciones de la pintura -y el cuadro. La capacidad para atravesar cualquier tipo de superficie y lenguaje, adaptándose, perpetuamente, como vehículo de “alto rendimiento”; siempre preparado para articular las distintas ficciones de realidad sin revelar una modificación aparente.

Las pinturas-objeto de la serie SUV están hechas a partir de trampolines elásticos de salto. Un objeto de condiciones estructurales equivalentes a la tradición del cuadro y con cualidades materiales similares como superficie pictórica. Para la serie SUV los puntos de apoyo de estos trampolines han sido modificados con distintos dispositivos (ventosas de succión, ruedas, cables de acero, ganchos de anclaje, etc.) los cuales permiten que estos objetos puedan adaptarse a cualquier característica del espacio de exhibición.

Los trabajos anteriores del artista, como por ejemplo la serie Cabecitas, han activado, productivamente, la relación tácita entre las obras extendiendo la pintura fuera de sus límites tradicionales y estableciendo, además, relaciones no sólo al interior de cada una sino entre ellas y el recorrido del espectador. Sus exploraciones se generan desde la necesidad de abstracción como instrumento de circulación y comprensión del discurso y la cultura.

Un lenguaje estético que articula el encuentro de las convenciones y sistemas de comunicación visual popular, con la objetualidad derivada de la tradición pictórica.