Plató, propuesta expositiva de de los artistas Camila Téllez & Gabriel Del Favero, surge durante el período en que ambos artistas se encontraban participando de la Residencia Hangar en la ciudad de Barcelona durante el 2012, la cual contempla desarrollar de manera colectiva un video cada uno, utilizando el espacio físico del Plató.

El Plató es un recinto cubierto en un estudio de cine o televisión preparado con cámaras, focos y decorados, que sirve de escenario para filmar o grabar, ocupándolo como un denominador común para dialogar, compartir, cohabitar y forzar tanto el espacio como los mismos elementos de producción en donde coexisten procesos creativos. Cada video será proyectado en los muros contrapuestos de la galería los cuales estarán coordinados en imágenes y sonidos para verse alternadamente.

Por su parte, Gabriel del Favero presenta la obra Monument Blues, en donde construye una ficción, por medio de la construcción de una maqueta, de la pintura The Wreck of the Hope/Das Eismeer del artista alemán Caspar Friedrich, superponiendo realidad y ficción reemplazando el barco encallado por un transbordador espacial. Aquí se investiga el monumento histórico por medio de la reconstrucción y compilación de recuerdos, registros y ficciones desplazando la pintura contemplativa hacia el documental de ficción.

Por otra parte, Camila Téllez presenta el video Polizonte (Prototipo de disolución), en el cual las estrategias son radicalmente distintas, debido a que improvisa con la performance y reutiliza elementos de producción del video Monument Blues, como la máquina de humo que crea un ambiente antártico, la iluminación fría y cálida, entre otros, para registrar una acción inmóvil, en la que la propia artista se enfrenta a la máquina de humo en funcionamiento permanente. Este trabajo reflexiona sobre la performance observada y articulada desde el espacio de registro/video, integrando asociaciones conceptuales como el texto en su postproducción.

Ambas obras se unen para utilizar el video desde dos campos distintos, en el caso de Del Favero es la ficción y el de Téllez el registro, reflexionando en torno al video desde el espacio del Plató, utilizando los mismos elementos de producción para llegar a resultados diferentes.