Comenzamos el 2025 en Galería Die Ecke con «Te regalaré un abismo», una exposición individual del artista chileno Felipe Mujica, la cual presenta un nuevo cuerpo de trabajo desarrollado durante el 2024, con el apoyo de una beca FONDART del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Gobierno de Chile.

El título Te regalaré un abismo proviene de un poema homónimo escrito por Roberto Bolaño, y que Felipe Mujica (Santiago, 1974) cita para titular este nuevo cuerpo de obra desarrollado durante el 2024, que expande la polifonía conceptual del artista y que está simultáneamente abierta a la infinita interacción de las series exhibidas en Galerie von Bartha en Basilea (Suiza), Proyectos Ultravioleta en Nottingham (UK) y Die Ecke en Santiago de Chile.

En estas series, Mujica retorna a sus orígenes, hacia lo básico y elemental: color, forma, figura y fondo, aprendido en el curso de color de Eduardo Vilches durante los años noventa en la escuela de arte de la Universidad Católica. La incidencia de la teoría del color de Albers –por extensión–, en su obra es aquí manifiesta en una propuesta lúdica, el juego para experienciar las relaciones alternas de color y foma. Aquí, el artista propone una serie de obras en papel, pintadas a mano, con figuras creadas en el ejercicio de grilla y reglas geométricas que repite y diferencia desde hace más de veinte años. Cada obra, entonces, es una posibilidad geométrica frente a la misma grilla, convirtiéndose en un método, un sistema, un juego que se re-inventa, re-crea, re-limita con distintas reglas en cada serie. El juego implica un cierto orden, una estructura, límites del ejercicio creativo, pero que en vez de restringir, al conocer las reglas del juego, da un espacio de libertad.

En Te regalaré un abismo, esa posibilidad se traduce en figuras cortadas, figuras vacías, figuras ventanas, que dan la sensación de apertura a que algo pudiese venir desde afuera a través de esa ventana. Las obras se confrontan con otras y se superponen, creando una polifonía de variaciones y posibilidades, y así, creando nuevas identidades. Glosolalia visual, un sistema de glifos incomprensibles pero relacionales. Cada obra no busca una centralidad o posición definitiva, sino que explora un campo de posibilidades donde se diferencian y dialogan forma, color, saturación y luz, generalmente intensas y vibrantes. La repetición aquí no implica copia o duplicación, sino una apertura, potencialidades polisémicas. Si bien el conjunto de rasgos propios de cada unidad la dota de una identidad, al superponerse, la intersección de ambas unidades crea una nueva identidad que no borra ni anula a cada unidad que la integra. Cada obra da cuenta de esta infinita diferencia –y repetición, propuestas por Gilles Deleuze. En este sentido, el trabajo de Mujica puede ser entendido desde las perspectivas del postestructuralismo y su conceptualización de la multiplicidad y la identidad en constante devenir. La grilla que Mujica utiliza, lejos de ser un marco fijo y estático, opera como un rizoma deleuziano, un sistema que permite infinitas conexiones y reconfiguraciones. Desde esta apertura las obras sugieren lo ausente y lo presente simultáneamente, generando un juego de significados que trasciende la superficie de la plástica; lo que Jacques Derrida en 1967 propuso como différance, noción que subraya la coexistencia de la ausencia y la presencia en la producción de significado. El juego aborda el infinito como así también el vacío –o el abismo, literal y metafóricamente. Bolaño sigue:

“Te regalaré un abismo (dijo ella)
pero de tan sutil manera que solo lo percibirás
cuando hayan pasado muchos años
y estés lejos de México y de mí.”

En la superposición de las obras de Mujica, hay un ‘entre’ en devenir, un espacio de diferencia y posibilidad, donde las identidades no son fijas ni estáticas, sino que emergen en la tensión entre lo interno y lo externo, lo lleno y lo vacío.

En las oficinas de Galerie von Bartha, 180 trabajos en papel acuarela 300 gr., tamaño A4–de proporción aúrea, pintados por una cara con pintura acrílica y gouache, con figuras extraídas que son soluciones individuales a la misma grilla de ocho por ocho secciones por lado, son exhibidas. Además, el artista instaló tres Cortinas que siguen el mismo principio, se superponen y en el vacío que se intersecta, la obra interactúa con el espacio y no sólo ésta se resignifica, sino que también se resignifica el contexto. Reencuadra la realidad, da la posibilidad de que emerja algo nuevo.

El segundo grupo consiste en 20 trabajos que serán exhibidas en Febrero de 2025 por Proyectos Ultravioleta en colaboración con Beam Editions (Gallery Bookshop) en Nottingham UK. Estas obras son de mayor dimensión (61 x 46 cm.) y esta vez pintadas por ambas caras, borrando la distinción de verso y anverso, con gouache y acrílico y manteniendo las geometrías cortadas en relación a la misma grilla.

Para Die Ecke Arte Contemporáneo, Mujica exhibe el tercer grupo de obras, de las mismas dimensiones y junto a un video y una acción conjunta con un taller de estudiantes a realizarse en Balmaceda 1215. Aquí el juego es abierto, el artista lo usa para dialogar unos días antes de la inauguración, abriendo la posibilidad de aún nuevas e infinitas combinaciones; se re-significa, las reglas son el acuerdo de un grupo para llevar a cabo una serie de acciones en un espacio y tiempo delimitado. El juego recupera la noción de la no-seriedad, de perder el tiempo en el mejor de los sentidos, el tiempo se dilata y no es necesariamente productivo, sino que es una experiencia relacional. Es la abstracción de una utopía, por lo que saca la connotación opresora de reglas, y en la exposición de éstas lo libera, no sólo por la colectividad de los acuerdos, sino que además lo libera de la noción de inspiración en pos de lo vincular. Mujica dialoga con las cualidades relacionales de la abstracción, en un proceso de creación continua y colectiva que abre un terreno de inmanencia donde la identidad y la multiplicidad coexisten.

Carolina Arévalo, curadora.