El trabajo de Nicolás Rupcich se caracteriza por el humor absurdo, característica que utiliza como medio para poner en crisis el límite entre lo real y lo ficticio, cuestionando de esta manera distintos fenómenos del día a día en la ciudad.

Rupcich opera recolectando imágenes de la calle o de las múltiples pantallas que forman parte de la experiencia cotidiana, lo cual define una estética que se podría considerar una constante en la heterogeneidad formal de sus trabajos. Ese material visual que reúne lo utiliza como obras en sí mismas o como el paso de inicio a una intervención específica.

En esta oportunidad presenta un video en el cual los protagonistas son cámaras fotográficas digitales, las que se fotografían entre sí en una suerte de ronda de disparos de flash. El trabajo que se dirige paródicamente al tema del registro, no apunta a la reproductibilidad de la imagen, sino a la cantidad y capacidad de producir imágenes hoy en día por cualquier tipo de usuario.