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Tres artistas del barrio
Esta es una exposición organizada por la Junta de Vecinos de Pedro de Valdivia Norte para el Parque de las Esculturas de Providencia que consiste en una selección de tres artistas mujeres representantes del arte contemporáneo chileno que viven en nuestro barrio. Aunque no todas son de la misma generación las une su intensa actividad en el medio local junto a la utilización de la escultura como medio de expresión.
Escultura después de la escultura.
Esta exposición reúne el trabajo de tres artistas chilenas actuales cuya producción puede describirse mediante la categoría de “escultura”, entendida en un sentido amplio. El lugar en el cual se exponen estas obras parece confirmar tal categorización: el Parque de las Esculturas representando un lugar único en Chile para apreciar el trabajo de importantes escultores y escultoras nacionales.
Cabe, sin embargo, preguntarse qué significa realizar esculturas hoy en día; ¿Qué implica hacer obras tridimensionales en una era post-conceptual?; ¿Cómo pensar los volúmenes y los espacios (públicos o no) que estas obras ocupan en una época de des-monumentalización?
En su libro El arte de la escultura de 1956, el crítico de arte, educador y pensador anarquista británico Herbert Read ofreció una primera voz disonante en los parámetros a través de los cuales se podía apreciar la escultura. Oponiéndose al dominio visual y lineal defendido por la escultura modernista, Read defendía una sensibilidad táctil, buscando en la ponderabilidad de las obras una contra-fuerza a las teorías ópticas de sus contra-partes norteamericanas, particularmente Clement Greenberg. Si bien las ideas de Read reflejaban una visión transcendental del acto creativo propia de su época, tenían el mérito de acercar la escultura al cuerpo del/ de la espectador/a, otorgándole una dimensión encarnada e, incluso, sensual. Casi veinte años más tarde, le correspondió a la crítica Rosalind Krauss dar el golpe de gracia a la pulcritud de la categoría escultura en su ahora clásico texto “La escultura en el campo expandido” (1979). Examinando la creación artística de su época, Krauss valoraba la incorporación de materiales heterogéneos y la articulación de propuestas artísticas horizontales, efímeras, situadas. En el Minimalismo y el Land Art se podía encontrar, según Krauss, un campo expandido de la escultura, un campo en el cual la escultura se sitúa a distancia equidistante entre la arquitectura y el paisaje y se puede definir tanto por lo que es como por lo que no es. La creación artística de los últimos años ha contribuido, en gran parte, a validar las tesis de Krauss, incorporando en la categoría escultura producciones con materiales blandos, perecibles, orgánicos y lenguajes formales provenientes de una gran variedad de disciplinas, incluyendo las nuevas tecnologías.
Las obras de Francisca Aninat, Marcela Correa y Mariana Tocornal expuestas en esta exposición podrían entenderse como herederas de la mirada deconstructiva avanzada por Krauss. Incorporando materiales como la porcelana, la tela, la resina y técnicas como el moldeo y la costura, se sitúan en los márgenes de la categoría escultórica. A su vez, aquellas artistas hacen suyas las interrogantes propias de nuestra época, a saber, las distintas temporalidades que componen nuestra concepción de la Historia así como el trabajo de la memoria, su destrucción y su transformación en relatos. Por otra parte, aquellas obras rechazan la idea de una obra completa y permanente, encontrando en el uso de materiales frágiles y precarios una fuerza profundamente opuesta a la lógica monumental de la escultura. Esculturas después de la escultura, anti-esculturas, esculturas blandas, intervienen como micro-propuestas de de-estabilización plástica.
Tres artistas del barrio
Esta es una exposición organizada por la Junta de Vecinos de Pedro de Valdivia Norte para el Parque de las Esculturas de Providencia que consiste en una selección de tres artistas mujeres representantes del arte contemporáneo chileno que viven en nuestro barrio. Aunque no todas son de la misma generación las une su intensa actividad en el medio local junto a la utilización de la escultura como medio de expresión.
Escultura después de la escultura.
Esta exposición reúne el trabajo de tres artistas chilenas actuales cuya producción puede describirse mediante la categoría de “escultura”, entendida en un sentido amplio. El lugar en el cual se exponen estas obras parece confirmar tal categorización: el Parque de las Esculturas representando un lugar único en Chile para apreciar el trabajo de importantes escultores y escultoras nacionales.
Cabe, sin embargo, preguntarse qué significa realizar esculturas hoy en día; ¿Qué implica hacer obras tridimensionales en una era post-conceptual?; ¿Cómo pensar los volúmenes y los espacios (públicos o no) que estas obras ocupan en una época de des-monumentalización?
En su libro El arte de la escultura de 1956, el crítico de arte, educador y pensador anarquista británico Herbert Read ofreció una primera voz disonante en los parámetros a través de los cuales se podía apreciar la escultura. Oponiéndose al dominio visual y lineal defendido por la escultura modernista, Read defendía una sensibilidad táctil, buscando en la ponderabilidad de las obras una contra-fuerza a las teorías ópticas de sus contra-partes norteamericanas, particularmente Clement Greenberg. Si bien las ideas de Read reflejaban una visión transcendental del acto creativo propia de su época, tenían el mérito de acercar la escultura al cuerpo del/ de la espectador/a, otorgándole una dimensión encarnada e, incluso, sensual. Casi veinte años más tarde, le correspondió a la crítica Rosalind Krauss dar el golpe de gracia a la pulcritud de la categoría escultura en su ahora clásico texto “La escultura en el campo expandido” (1979). Examinando la creación artística de su época, Krauss valoraba la incorporación de materiales heterogéneos y la articulación de propuestas artísticas horizontales, efímeras, situadas. En el Minimalismo y el Land Art se podía encontrar, según Krauss, un campo expandido de la escultura, un campo en el cual la escultura se sitúa a distancia equidistante entre la arquitectura y el paisaje y se puede definir tanto por lo que es como por lo que no es. La creación artística de los últimos años ha contribuido, en gran parte, a validar las tesis de Krauss, incorporando en la categoría escultura producciones con materiales blandos, perecibles, orgánicos y lenguajes formales provenientes de una gran variedad de disciplinas, incluyendo las nuevas tecnologías.
Las obras de Francisca Aninat, Marcela Correa y Mariana Tocornal expuestas en esta exposición podrían entenderse como herederas de la mirada deconstructiva avanzada por Krauss. Incorporando materiales como la porcelana, la tela, la resina y técnicas como el moldeo y la costura, se sitúan en los márgenes de la categoría escultórica. A su vez, aquellas artistas hacen suyas las interrogantes propias de nuestra época, a saber, las distintas temporalidades que componen nuestra concepción de la Historia así como el trabajo de la memoria, su destrucción y su transformación en relatos. Por otra parte, aquellas obras rechazan la idea de una obra completa y permanente, encontrando en el uso de materiales frágiles y precarios una fuerza profundamente opuesta a la lógica monumental de la escultura. Esculturas después de la escultura, anti-esculturas, esculturas blandas, intervienen como micro-propuestas de de-estabilización plástica.
Sophie Halart
Historiadora del arte.
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